jueves, 21 de octubre de 2010

Juego macabro

Dicen por ahí que los suspiros son emociones que tenemos prisioneras y que escapan de la cárcel del alma. Que son sentimientos encontrados, caricias, mimos, o besos no dados.... y algo de eso creo que es muy cierto.

Cuando estoy muy triste, pensativo o en mi mundo, suelo suspirar de rato en rato, y es una buena forma de aliviar en algo el peso que uno siente. Y es que muchas veces actos o pequeñas cosas nos sirven, nos ayudan o nos valen más que mil palabras....
Y eso es que porque.... porque decir mil veces te quiero o te amo?, si al minuto siguiente con un acto inconsciente mandan al piso todo lo lindo que acaban de decirte. Por eso yo prefiero a veces quedarme mudo y escuchar el silencio. Prefiero quedarme quieto y sentir los latidos de su corazón, y entiendo que solo así voy aprendiendo a como no decir nada con los labios pero si con el corazón.

En aquella muda compañía descubro un juego macabro al que le han puesto las reglas el silencio, la soledad, el qué dirán y el tiempo. Un juego hecho solo para fuertes porque los débiles serán aniquilados en el camino, un juego en el cual los descuidos se pagan con noches de desvelo, los errores con heridas en el alma, y las buenas intenciones terminan convirtiéndose solo en sueños arrebatados...

Y otra vez te recuerdo sentado, callado a una distancia mínima de mis manos, de mi boca... me es tan difícil alcanzarte que me resigno a tocarte, a mirarte y callarme mientras te observo y atrapo tu esencia entre mis recuerdos.
Entonces se me escapa un suspiro, uno mas y me resigno a seguir jugando...

1 comentario:

Lau dijo...

***suspiro***