miércoles, 19 de enero de 2011

Nosotros [Parte II]

El amor casi nunca tiene razones, o si las tiene, suelen ir a la rezaga del sentimiento como la cola de un cometa.

Primero, inexplicablemente, se nos descalabra el corazón y luego, tozudamente, el cerebro intenta darle un orden lógico al exabrupto, sin mucho éxito. Y es cuando el amor hace mella, las estrategias de resolución de problemas, las buenas intenciones y los brebajes no encuentran el camino de la restauración, nada se opone al placer amoroso, nadie puede doblegarlo.


No existen razones manifiestas. No hay demasiadas justificaciones y explicaciones, sino más bien un rotundo "porque si", tan irracional como hermoso. ¿Y por qué no?

El "te quiero" siempre implica ambición. Suele incluir un "me perteneces" acaparador, cierta necesidad de posesión.


Quisiera descubrir el momento en que me desconecto de la realidad para alucinarte, a veces no puedo diferenciar si estoy o he dejado de estar, si te tengo o te has ido... me resulta extraño convencerme y conciliar el sueño, a veces ni siquiera sé si me he dormido...

... Y no me quiero dormir para no soñarte esta noche,pero igual te pienso. Torturarme consciente o inconscientemente ya hasta me da lo mismo... y creo que todo en te piensa, incluso aquello que cae por inercia al suelo se desespera porque no estas conmigo.

Yo me pregunto si lo sientes... si sientes que te pienso... si al menos te pasa una vez al día.
Si sientes que cada vez que te veo te desnudo con la mirada... si sientes con beso, cada abrazo, cada caricia.

Me gustaría que vos también sientas los mismo, me gustaría que te pase no solos unos minutos... sino toda la vida.

1 comentario:

Lau dijo...

te extraño!
mucho!