viernes, 11 de enero de 2008

El Arbol de la vida

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado y otras apenas vemos entre un paso y otro. Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza a uno de nuestros amigos y el primero que nace del brote es nuestro amigo papá, y nuestra amiga mamá, que nos enseñan lo que es la vida. Luego vienen los amigos hermanos, con quienes compartimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros. y así pasamos a conocer a toda nuestra familia de "hojas" a quienes amamos, respetamos y deseamos el bien.

Pero el destino también nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A todos ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien y saben lo que nos hace felices. Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y lo empezamos a llamar "amigo enamorado". Esa personita que nos da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, nos pinta una sonrisa en la cara cada vez que la vemos y por sobre todas las cosas hace que nuestra vida tenga sentido.


Sin embargo también hay de aquellos amigos que duran por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro durante el tiempo que estamos cerca. Y hablando de cerca no podemos olvidar a los amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca alimentando nuestra raíz con alegría.

Cada hoja es un recuerdo maravilloso de esas personas que pasaron por nuestras vidas así sea por solo un instante. Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.

Por eso a todas esas hojas que brotaron en mi árbol, a las que se cayeron, las que solo duraron unas semanas, las que siguen firmes en cada rama del árbol y las que aun estando secas en el piso permanecen a mi alrededor... les doy gracias por hacer en todo este tiempo...... de este brote un árbol!

1 comentario:

Anónimo dijo...

"i´m willing and able, so i put my cards on the table."

sere una hojita yo tambien?
ojala...
señor! nos estamos viendo pronto, pase para saludar nada mas...
se me cuida??
besitos!